miércoles, 6 de mayo de 2009

El Parque de las Llamas de Santander

Hace varias semanas fui con mi chico a pasar una noche a Santander. No pude organizar la visita ni buscar cosas de arquitectura contemporánea así que tuve que guiarme por el típico plano para turistas que te dan en los hoteles. Pero cuál fue mi sorpresa que, más allá de conocer los sitios más populares de la ciudad, la casualidad quiso que me topara con una de las intervenciones arquitectónicas sobre espacio público más interesantes de los últimos años en España. Os hablo del Parque de las Llamas realizado por Batlle i Roig Arquitectos.

Mi chico me contó que había una zona nueva al lado de la universidad con un edificio moderno sin identificar (el Palacio de Deportes) que me podría interesar pero que él apenas conocía. Su nombre de antemano no me hizo sospechar nada pero al poco tiempo de llegar recordé que aquel parque aparecía en mi libro de The Public Chance de la editorial a+t. Cuando pude corroborarlo, vía sms con mi amigo Dani, me sentí más tonta por no haber caído antes en ello pero doblemente feliz por estar allí y no haber dejado pasar la oportunidad.


Este parque se desarolla a lo largo de una antigua vaguada que ha sido tratada topográficamente con una sucesión de terrazas y con varios lagos en la zona de menor cota. La mayoría de las terrazas están configuradas por jardineras escalonadas hechas con distintos tipos de madera y de placas metálicas que aportan variabilidad en colores y texturas. Un detalle importante pues aún las plantas no llegan a cubrirlas y mientras eso ocurre el paisaje es más sugerente y atractivo. Casi toda la vegetación es autóctona al igual que los animales que habitan en los lagos. Tal y como se explica en el libro, "la propuesta se basa en crear en la Vaguada de las Llamas un centro del Arte de los Jardines y de la Cultura del Paisaje Atlántico, encaminados a representar la variedad, riqueza y diversidad del paisaje y la vegetación que se dan en el clima atlántico". Sin duda han conseguido crear un parque que, sin dejar de ser sugerente, es realmente ilustrativo. Una proposición con más sentido que el mini-zoo de la península de la Magdalena, por ejemplo, con focas, pingüinos y demás animales ajenos a nuestras latitudes.



La casualidad quiso también que en aquellas fechas hubiera más personas de lo habitual pues en el norte de España los niños (y por consecuencia muchos padres) tienen vacaciones la semana siguiente a la de Semanda Santa. Esto hizo que en el parque hubiera bastante actividad y se registraran distintas situaciones en toda su dimensión. Había personas haciendo skate, jugando al baloncesto, paseando, patinando, en bicicleta, tumbadas al sol, leyendo en un banco, tomando algo en la cafetería, y así hasta un largo etcétera. Las únicas edificaciones existentes son una cafetería-restaurante (donde comimos) integrada en el terreno con cubierta vegetal y realizada con los mismos materiales que hay en el resto del parque, así como un edificio pre-existente que tenía pinta de estar pendiente de integrar en el parque y que según el callejero del ayuntamiento es un centro de transformadores.



Así pues ya saben que, como dijo mi amigo Dani, en Santander va a resultar que hay arquitectura contemporánea interesante para ver. De momento les dejo con las pocas fotos que saqué y que he colgado en mi flickr.

2 comentarios:

Alex A. dijo...

A mi es que Santander siempre me ha dado repelus ;)

orphangirl dijo...

y ya sois dos :P