domingo, 8 de marzo de 2009

música contemporánea, colonízame!

La semana pasada tuvo lugar la presentación del "Curso de Estética y Apreciación de la Música Contemporánea, 2008/9" impartido por la Universidad de Sevilla y vinculado al ciclo de conciertos de música contemporánea del Teatro Central, y que este año por fin he podido compatibilizar con mis horarios de clases. Éste se organiza en torno a los días en los que hay conciertos, con una conferencia previa sobre temas relevantes en este tipo de música y seguida de la presentación del concierto en cuestión.


Mis conocimientos sobre la música contemporánea son escasos, y tampoco soy muy aficionada a ella, pero mi interés por conocer más sobre la música en general me ha animado a asistir a este curso. Podría decir que mi primer contacto consciente con la música contemporánea fue cuando mi amigo David me recomendó la obra de Karlheinz Stockhausen, músico al que se le rendirá homenaje en esta edición del ciclo por su reciente fallecimiento. Más tarde sabría que músicos como los rusos Ígor Stravinsky y Dimitri Shostakóvich también coquetearon y trabajaron con algunas de las claves de la música contemporánea, músicos cuyas obras tantas veces había escuchado en casa. Porque a diferencia de la música contemporánea, la llamada música clásica sí que ha estado muy presente en mi vida desde pequeña, haciéndome poco a poco más aficionada aunque menos con respecto a otras, como las ya comentadas en el blog. En estos momentos no me encuentro en condiciones de poder hablar con cierta hondura sobre la música contemporánea pero aprovecharé el blog para ir plasmando mis impresiones, a medida que vaya avanzando el curso, sobre este nuevo mundo por explorar.

escena de la película "Planeta Prohibido"

Así que empezaré comentando la conferencia inaugural que impartió Carlos Colón Perales, profesor en la Facultad de Ciencias de la Información de Sevilla, escritor y crítico de cine en el Diario de Sevilla. En ella teorizó sobre la influencia que para él ejerció la presencia de la música contemporánea en el cine como una vía para que ésta fuera mejor digerida por una audiencia que hasta ese momento no tenía un referente, un imaginario, al que asociar ese nuevo lenguaje musical radicalmente distinto a lo que se había hecho hasta entonces en la música clásica. Tras una breve introducción sobre el contexto en el que empezaron a surgir las primeras experimentaciones que sentaron las bases de la música contemporánea (con el atonalismo, el dodecafonismo, la música concreta, etc.), se refirió al género del cine de terror y de la ciencia ficción (especialmente las de serie B) como un primer campo de prueba para la música contemporánea más allá de los conciertos. Esa oportunidad interpretativa que le daba el cine a la música contemporánea favoreció el acercamiento al oyente. Y es que si de algo se caracteriza la música contemporánea, bajo mi punto de vista, es por su carácter sorpresivo y fuera de las estructuras musicales tradicionales que las hacen no predecibles. Por lo que sin duda alguna encajan perfectamente con las películas de terror pues ayudan a amplificar el suspense, y en las de ciencia ficción enrarecen más aún el ambiente. A diferencia de cualquier otro tipo de música, la música contemporánea posiblemente posee unas cualidades más plásticas por su grado de abstracción que las hacen fundirse con la imagen como si de un efecto especial (visual) se tratara. No se busca solamente ambientar una escena, si no de conseguir que imagen y sonido sean una única cosa.


trailer de la película "El hombre del Planeta X"

En palabras de Carlos Colón, la primera película en usar este tipo de música fue "El hombre del Planeta X" (1951), a la que le seguirían otras como "Invasores de Marte" (1953) y "Planeta Prohibido" (1956) en la que únicamente se utilizarían ruidos electrónicos. Pero quien la acercaría al cine más comercial sería Alfred Hitchcock de la mano de Bernard Herrmann, un conocido compositor estadounidense de música de cine que se haría famoso por su colaboración con Orson Welles tanto en la adaptación que éste hizo para la radio de la obra "La Guerra de los Mundos" de H. G. Wells, como en el posterior score de la película de "Ciudadano Kane" (1941). Pero sería con Hitchcock con quien alcanzaría las mayores cotas de nivel como compositor musical de cine. Entre sus bandas sonoras para el director inglés destacan "Vértigo" (1958), "Con la muerte en los Talones" (1959) y "Psicosis" (1960) cuyos títulos de inicio diseñados por Saul Bass y musicados por Bernard Herrmann me parecen fascinantes. Ya sólo con ese comienzo el espectador se predispone a lo peor.


títulos del inicio de la película "Psicosis" de Alfred Hitchcock

En la película "Pájaros" (1963), que no tiene banda sonora, también colaboraría pero como director de sonido y efectos sonoros al tratar electrónicamente los graznidos de los pájaros para hacerlos sonar de aquella manera tan terrorífica. Sin duda me resultó interesantísimo revisar aquellas películas que tantas veces había visto (aunque la última vez hace mucho años) bajo esta nueva perspectiva.

Sin embargo, según Carlon Colón, nadie llevaría tan lejos la música contemporánea en el cine como lo hiciera Stanley Kubrick, del que precisamente el pasado sábado 7 de marzo se cumplían 10 años de su muerte. Concretamente con la película "2001: una odisea del espacio" (1968) en la que Stanley Kubrick utilizó para algunas escenas de la película, sin autorización previa, fragmentos de obras de György Sándor Ligeti, reconocido compositor de música. Kubrick también recurrió a Ligeti para las bandas sonoras de "El Resplandor" (1980) y "Eyes Wild Shut" (1999).


"2001: una odisea del espacio".
Escena del monolito (minuto 1:50)

Durante la conferencia, también soltó reflexiones al aire que solamente citaré, como ¿por qué directores de cine de aquella época, como Yazujiro Ozu o Federico Fellini, no usaban la música contemporánea para sus películas no siendo cineastas comerciales?, ¿por qué la música contemporánea suele crear tensión, desasosiego?, que no hacen sino sumar incógnitas sobre este tipo de música que aún no es muy aceptado incluso por el público más melómano.

12 comentarios:

GRILLO SOLITARIO dijo...

ME GUSTA MUCHO LA ENTRADA, Y SEGUIRÉ LA SERIE QUE HAGAS SOBRE EL CICLO DE CONTEMPORÁNEA :- >>

Y LO DEL CINE, ES MUY CURIOSO CÓMO AL PONERLE ENCIMA UNA ESCENA, UNA MÚSICA QUE SI LA ESCUCHAS TÚ SOLO TE TACHAN POCO MENOS QUE DE LOCO, SUENA TAN NORMAL, Y ES ACEPTADA. TAMBIÉN PASA CON ALGUNOS ANUNCIOS.

Y LA VERDAD ES QUE LO DE FELLINI Y EL NO USO DE LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA SÍ QUE ES INA INCÓGNITA, PORQUE SUS PELÍCULAS RARITAS ERAN UN RATO... BUENO, SÓLO HE VISTO UNA (GIULIETTA DE LOS ESPIRITUS), Y LO ERA. ME ENCANTÓ, POR SUPUESTO :- >>

orphangirl dijo...

Sabía que te gustaría la entrada :P aunque yo apenas aporto cosas nuevas a lo que dijo Carlos Colón. Pero me parecía interesante compartirlo con vosotros.

Lllevas razón en lo de que al sumarle imágenes a este tipo de música, ésta se hace más audible. Por ello decía lo de que ambas forman un todo casi más que con cualquier otro tipo de música pero está claro que la música contemporánea no es fácil de casar con obras como las de Yazujio Ozu, por ejemplo. Es más, no tendría sentido pues las obras de Ozu habla en claves distintas.

De todos modos, la música contemporánea al ser tan abstracta y experimental, las entiendo casi como un tipo de música más basada en crear ambientes, en provocar sensaciones sonoras y físicas al espectador, más que ser narrativas (aunque pueda sonar contradictorio) y por lo tanto más predecibles en sus estructuras, como pudieran ser las sinfonías de Gustav Maller, quien precisamente en su última etapa coqueteó con la música contemporánea. En parte también por la casi ausencia de texto en este tipo de obras.

Pero bueno, digamos que ahora es cuando estoy empezando a acercarme más en serio a este tipo de música.

Ender dijo...

edgar g. ulmer mola

orphangirl dijo...

otra cosa más por investigar :)

Fran G. Matute dijo...

Jajaja.. Carlos Colón! Mi nemésis! El otro día me lo crucé comprando el pan cerca de mi casa (debemos ser vecinos) y estuve a punto de decirle "me suda el ojete"... pero al final me privé...

Eso sí, de música de cine algo sabe...

orphangirl dijo...

Me acordé de ti en la conferencia, jejeje. Fue muy amena, bien llevada, lo que es casi tan importante como saber mucho sobre algo.

Anónimo dijo...

Vaya, he llegado hasta aquí de rebote (sales en el Google, querida), y me he sorprendido bastante... eso sí, veo que al ciclo de Música Contemporánea ya invitan a cualquiera. Carlos Colón hablando de música contemporánea y electrónica y (como casi siempre) confundiendo churras con merinas.
Creo que te vendría bien leer "El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin", de Alessandro Baricco, un ensayo bastante lucido acerca del consumidor canónico de música contemporánea (aunque algunas de sus reflexiones se pueden extrapolar a otros géneros). Ayuda a desdramatizar y, sobre todo, a perderle el respeto a esto de la música contemporánea... y aparte, es muy divertido!

orphangirl dijo...

Hola Vidal. Ya ves, otra que ha caído en esto de los blogs ;)

A mí la charla de Carlon Colón me gustó y debe ser ya un clásico en el curso. Gracias por la referencia (cuyo título es mortal!), me la apunto. De todos modos, lo que se suele decir de la música contemporánea en cuanto a perderle el respeto y todo eso pues parece como que hay que acercarse a ella desde la intelectualidad y en mi opinión es un herror. Evidentemente detrás de muchas de las piezas de música contemporánea hay todo un estudio sobre nuevas maneras de componer, de tocar los instrumentos, hasta llegar a concebirlas como una performance, pero después de todo, o te gusta esa pieza en concreto o no. Además, decir que me gusta el Pop por ejemplo, no significa que me guste todo lo que se produce bajo este estilo. Desde luego conocer que hay detrás de una composición puede ayudar a apreciarla, pero no creo que sea, ni debería ser, determinante. Para mí el tema está en que desde pequeños nuestro oído está educado en sonidos basados en armonías, escalas, etc ... y oir algo alejado de estos parámetros pues nos resulta extraño cuanto menos y requiere de un esfuerzo al oirlo que no todo el mundo está dispuesto a hacer.

Pero bueno, que yo estoy empezando a indagar más en ella.¿Irás algún concierto? Al de esta noche no sé si podré ir y me da pena pues es el primero que tenemos que es más de "electrónica".

orphangirl dijo...

error :S

Anónimo dijo...

Mal hecho. Aparte del primero, que tenía piezas de Phill Niblock, y del último de todos, que tiene cosas de una chica muy buena de Sevilla (Elena Mendoza), este es de lejos el más interesante. Claro que a mí no se me habría ocurrido meter a Philip Jeck en el saco de la electrónica...
Debes leerte el libro de Baricco: cambiará totalmente tu idea acerca de lo que es y lo que significa la música contemporánea, y te permitirá ver a Carlos Colón como lo que es (si realmente dijo esas cosas que comentas): un papafrita.

Anónimo dijo...

Digo, no se me hubiera ocurrido meter a Philip Jeck en el saco de la contemporánea. Ay, la dislexia...

orphangirl dijo...

Ains, no me digas esas cosas que estoy ahora preparando la presentación de mi tema del PFC de mañana :S Dudo que pueda pasarme luego pero bueno, cosas mejores me he perdido en miciudad.

Y Carlos Colón básicamente dijo lo que he escrito aunque yo he añadido otras cosas y también es verdad que le discutí algunas en público, jeje. Apunto el libro a mi lista de cosas pendientes ;)