sábado, 28 de marzo de 2009

"La calle es de todos", y de ellos también

Estos últimos años he empezado a interesarme más sobre el espacio público y actualmente es uno de mis temas de investigación en el Proyecto Fin de Carrera. Me interesa conocer cómo deberían ser entendidos en cuanto a su papel y su relación con la ciudad y la sociedad, así sobre cómo son concebidos y vividos en la realidad. Este interés ha incrementado especialmente por cómo están evolucionando los espacios "públicos" de mi ciudad en los últimos años y también por este motivo la asociación "La calle es de todos" ha organizado recientemente unas "Jornadas en defensa del espacio público".

cartel de las jornadas

Tal y como dicen en su página web, sus objetivos eran "denunciar el proceso de privatización al que están siendo sometidos nuestros espacios públicos, tanto en su planeamiento urbanístico como en la nueva legislación que restringe su uso. Y por otro lado, servir de punto de encuentro entre colectivos y personas interesados en esta problemática, con el fin de compartir experiencias y tejer redes que nos permitan coordinar una respuesta colectiva a esta amenaza."
Sin entrar en matices, en general diré que son unos objetivos interesantes y necesarios de estudiar actualmente pero su programa me creaba ciertas dudas sobre sus verdaderas intenciones. Para mí este tipo de jornadas son interesantes y productivas en la medida en la que todos los agentes que intervienen en la configuración de los espacios públicos son representados. Que se propicie el intercambio de opiniones para tener una visión más profunda y completa del asunto que deseablemente nos conduzca a un entendimiento entre las partes y a una mejora de la situación actual. Con incluso la exposición de casos prácticos sobre estrategias que aborden el problema de esta tendencia hacia la privatización del espacio público con resultados positivos que resulten ilustrativos. De momento solamente he podido asistir a la primera mesa redonda que se celebró en mi escuela el jueves pasado y me quedé con las ganas de ir a la del viernes ya que por la variedad de sus ponentes pintaba ser la más plural en cuanto a experiencias y opiniones que pudieran exponerse sobre este asunto.

Dicho esto, el jueves asistí a la "Mesa redonda sobre modelos de ciudad y desarrollo urbanístico". En general las ponencias respondían a un mismo corte político en el que se demonizaba al capitalismo como generador de todos los males de una sociedad deshumanizada por el consumismo. Pero sobre el espacio público poco se habló y de manera muy general y superficial. Evidentemente el modelo económico y el tipo de sociedad van ligados a la manera en que se configuran y son usados los espacios públicos pero aquello fue casi una visión apocalíptica de la sociedad occidental. Se dijo alguna cosa interesante como que aquel suelo que no es productivo económicamente, no interesa a los políticos. Y en mucho casos es así pues no hay más que ver los pueblos costeros de Andalucía en los que todo el suelo va destinado a viviendas para turistas y casi ninguno para el disfrute de los que viven allí durante todo el año.

La actual remodelación de la Alameda de Hércules y la futura Plaza de la Encarnación fueron citadas varias veces como malos ejemplos de espacios públicos en cuanto a su diseño y como ejemplos de la privatización a la que el Ayuntamiento está sometiendo cada vez más a los espacios públicos del centro de la ciudad de la mano de su progresiva peatonalización. Estoy totalmente de acuerdo en ambas apreciaciones pero por otro lado se estaban mezclando churras con meninas como cuando uno de los ponente empezó a decir que la Alameda se estaba llenando de bares "guays" en donde una copa te cuesta un ojo de la cara y que cada vez más personas de clase media-alta estaban viviendo allí después de una casi total expulsión de los inquilinos de toda la vida.

imagen parcial de la Alameda (foto de Roo Pokomon)

Cuando llegó el turno del debate, como nadie se animaba a hablar, decidí lanzar mi primera observación. Comenté que aunque la Alameda como barrio estuviera cambiando, y sin querer entrar en ese debate, el hecho de que el espacio público de la Alameda no funcionase poco tenía que ver con lo caros que fueran los negocios de por allí. Si precisamente denunciamos su excesiva privatización, a mí poco debe importarme lo caro que sean los bares puesto que yo reclamo poder consumir libremente lo que quiera. Y que para poder sentarte no tengas que recurrir a las terrazas de los bares porque apenas hay bancos. Así como el excesivo celo con el que se ha llegado a aplicar la "Ley Antibotellón", algo que ya se publicó en su día en algunos medios. Pues bien, decir esto generó más de una crítica hacia mí. Que si una chica el otro día se fue con su novio a comerse en un tuperware una ensalda de papas aliñá y un policia no los dejó, que si tomarte un té delante de la Giralda es carísimo y estamos convirtiendo Sevilla en una ciudad temática ... y yo venga a volver a explicar que se estaban mezclando las cosas. La Plaza Nueva por ejemplo funciona como espacio público y a nadie le molesta que allí estén la mayoría de las tiendas de moda más caras de la ciudad. Y que si tanto decir que la calle es de todos, posiblemente ahora la Alameda es más diversa que antes en cuanto a usuarios se refiere. Pero claro, para mí que a muchos lo que les molesta es que ésta ya no es SU espacio, además de lo mal que se han hecho las cosas allí.

Y por último, para meter un poco de más leña al asunto, se me ocurrió decir que sin tanto queremos que los espacios públicos sean contemporáneos y respondan a la sociedad del momento, quizás no nos estamos dando cuenta de que la gente si no es consumiendo no va a las plazas y los parques, y que quizás por eso tienen tanto éxito los centros comerciales (demonizados por varios ponentes). Que quizás era la hora, como arquitectos, de empezar a introducir la idea del espacio público en los centros comerciales y propiciar que entre que sales de una tienda y entras en otra te puedas sentar en un banco a tomarte un refresco que has comprado en el supermercado de la planta sótano. Que los pocos espacios de relación y circulación de los centros comerciales tuvieran más protagonismo y ésa es una batalla que deberíamos lidiar con la dificultad que implica convencer a los que financian estos proyectos de la necesidad de este tipo de espacios. Y no digo nada nuevo, pues no hay más que ver el reciente proyecto "The Hight Line" en Manhattan o el "Meydan Shopping Square" en Estambul, donde los espacios privados se usan de manera pública.

imagen de las obras del proyecto de Diler Scofidio + Renfo en Manhattan

imagen del protecto de Foreign Office Arquitects en Estambul

Pues bien, varias personas del público contestaron diciendo que aquello era una barbaridad, que cómo íbamos a cambiar los parques y las plazas por centros comerciales y claro ... yo ya no sabía si la gente realmente quería escuchar o proyectar en mí al enemigo. Finalmente dije que no proponía sustituir una cosa por otra, si no mejorar una realidad con una actitud constructiva y no frentista. Pero quizás algunos entiendan esta posición como un sometimiento al sistema. Hubo dos ponentes que en parte secundaron mis comentarios ya que realmente en los centros comerciales ocurren más cosas de las que a veces nos creemos (solamente consumir) y que nosotros posiblemente somos parte de una minoría que no disfruta la mayor parte de su tiempo libre en este tipo de sitios. Que conste que no me gusta ir a centros comerciales y me parecen muy poco sostenibles aquellos a los que solamente se puede acceder en transporte privado, alejados de núcleos urbanos. Pero respeto que a otros les guste siempre y cuando su existencia no implique modelos urbanos donde no haya un reparto equilibrado de uso terciario en los barrios.

Y después de todo este rollo, ¿vosotros qué me decís?

4 comentarios:

orphangirl dijo...

No he comentado que hubo una intervención muy interesante en el debate de un chico que había trabajado, y espero no equivocarme, como responsable de la gestión de los presupuestos participativos del Alamillo. Contó levemente su experiencia con respecto a lo que los vecinos querían destinar el dinero. Su oposición a "enlosar, enrrejar, poner badenes y naranjos", aquello que los vecinos reclamaban como su manera de entender los espacios públicos, hizo que durase en su puesto público pocos meses. Sin duda es un tema interesantísimo y del que poco o nada se habla en las escuelas de Arquitectura.

Fran G. Matute dijo...

Y sobre las distintas variedades de ovejas se habla algo? ;)

orphangirl dijo...

no pero quedó claro que yo era la oveja negra, por lo menos de entre los que se animaron a opinar en público :P

Anónimo dijo...

Quereis saber algo sobre las distintas clases de ovejas que existen en el mundo?...como dijo Terminator...Tengo datos precisos!!Josemari.