miércoles, 15 de abril de 2009

De Bakkerswinkel

Cuando vamos de viaje siempre nos gusta mirar antes qué cosas nos interesa visitar, ya sean edificios, museos, parques, hasta tiendas o restaurantes. Los situamos en nuestro mapa y según vayamos andando miramos si algo nos pilla cerca. Pero también improvisamos sobre la marcha, yo especialmente puedo ponerme pesada inventando planes alternativos continuamente. En este sentido teníamos varias cosas previstas y una de ellas era la cafetería-repostería De Bakkerswinkel. Y es que si en algo destacan los holandeses, además de por los quesos, es por su repostería. En cualquier calle podrás encontrar tiendas con galletas imposibles y tartas superdecoradas, sin olvidarnos de la variedad de panes que tienen. Y si además los acompañas de zumos de fruta y mermeladas caseros con sabores sorprendentes, pues la jugada sale perfecta. A Holanda hay que ir a desayunar y merendar sobre todo, aunque sus sandwiches (y los tailandeses) no se quedan atrás pero de eso os hablaré en otra entrada.



vista panorámica desde el patio trasero

Volviendo a De Bakkerswinkel, ésta es una cadena holandesa que tiene locales en varias ciudades del país y nosotros estuvimos en la situada cerca del conocido barrio de los museos ("Amsterdam Zuid" según la página web). Posee dos partes diferenciadas, una donde poder degustar sus productos y otra donde comprarlos. Su decoración es preciosa y te hacía sentir como en casa.



Tomamos un capuchino, un zumo de frutas y una carrot cake, todo delicioso. En total pagamos unos 9,7 euros, que es bastante dinero, pero hay que tener en cuenta que en general todo es más caro allí y que eran productos caseros. Nos quedamos con las ganas de probar más cosas así que si volvemos a Holanda intentaremos repetir sitio aunque no es difícil encontrar lugares de este tipo.


nuestra merienda


la carta era preciosa

Si pinchan en las fotos irán a mi flickr donde colgaré más fotografías del viaje.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Debaker que...Josemari.

orphangirl dijo...

Josemari, tus comentarios son demasiado crípticos para mí, jejeje.