martes, 2 de diciembre de 2008

Cuando en la anterior entrada decía que a veces siento que para algunas cosas sigo siendo una niña, también me refería a cómo vivo uno de los momentos que considero de los más importantes en el proceso de gestación de un proyecto arquitectónico (aunque en la práctica profesional no siempre es así) que es ese primer contacto con el sitio donde éste va a implantarse y concretamente sobre la visita física al lugar.

En todos estos años que llevo en la carrera, al inicio del curso lectivo, una de mis principales inquietudes era saber los emplazamientos de los diferentes ejercicios que haría ese año en la asignatura de Proyectos. Hace dos cursos que aprobé todas estas asignaturas y desde entonces, mientras me quito las que me quedan sueltas, intento cogerme alguna optativa que haga de sustituta. Y este año le ha tocado dicho papel a Fundamentos del Habitar. Como ya conté en una vieja entrada, este año los profesores han mandado hacer una residencia temporal para artista y la semana pasada fue cuando finalmente pude visitar el lugar que previamente habíamos escogido (los motivos los podéis ver en el panel de presentación que colgué).

vista general del patio

Dicho lugar es uno de los patios del monasterio que actualmente no es visitable, aunque creo que nunca lo ha sido. Cuando fui no tenía autorización ni nada por el estilo pero allí me planté esperanzada de poder visitarlo y afortunadamente así fue. De camino al patio en cuestión empezó en mi tripa ese hormigueo de intriga por saber qué me esperaba detrás de la puerta y cuando ésta se abrió, apareció en mi rostro una sonrisilla de alegría e ilusión por descubrir algo nuevo, algo "oculto" a la mayoría de los visitantes del CAAC y que yo iba a poder disfrutar. Acompañada únicamente de una cámara de seguridad a la que solamente le preocupaban las puertas de acceso al patio, estuve durante cerca de una hora recorriendo el lugar. La mayor parte del suelo estaba cubierto de graba y los elementos que más destacaban eran dos árboles prácticamente desnudos cuyas hojas ya secas dibujaban una sombra estática de la que antes había sido su copa. Pero mi mayor sorpresa fue descubrir que la sala desde la cual accedí al patio era una caseta prefabricada conectada al pasillo general del museo, totalmente cerrada al exterior salvo por una puerta. Me dijeron que aquella sala solía usarse como taller de arte para niños pero en seguida pensé que era una pena que desde ella no se pudiera apreciar el patio. Pues bien, sobre esto y otras cosas ahora me encuentro reflexionando y más allá del resultado final de nuestra intervención, siempre quedará la satisfacción de haber conocido un lugar más.

la sombra de uno de los árboles del patio

Otro descubrimiento destacable fue cuando visité la antigua Chanca de Conil. Además de poder visitarla por dentro, al igual que la iglesia y la torre cercanas a ella, aproveché los tiempos muertos para darme una vuelta por el pueblo. Conocí sus hermosos patios, la capilla de los marineros, el ciego del barrio, el lugar del pensionista y hasta pude hablar con algunos jubilados que me contaron sus recuerdos sobre la chanca con un acento andaluz a veces impenetrable para una chica de ciudad como yo, que en esos momentos añora sus días de infancia en su casa de la playa en un pueblo gaditano.

interior de los almacenes de la antigua Chanca de Conil

torre de Guzman de Conil

el pensionista

En otra ocasión, durante mi año Séneca en San Sebastián, pude sentirme un poco más cerca de mi tierra al visitar un pueblo perdido de Soria (Matute de la Sierra, para más señas) donde estuvimos todo el año trabajando en la asignatura de proyectos. Al final del curso se realizó una exposición en el pueblo al que pertenece Matute y sus habitantes nos organizaron una comida no apta para vegetarianos ni estómagos sensibles. El plato estrella fue una caldereta tal y como las hacían los pastores de la zona, con su leña y todo. Por supuesto yo me acerqué a hablar con ellos para que me explicaran en qué consistía dicha exquisitez gastronómica y simplemente para charlar.

la caldereta

Siempre he pensado que una de las razones por las que me gusta esta carrera es porque me considero una persona curiosa y atenta a los detalles. No sé si en un futuro ejerceré de arquitecta pero sin duda no me arrepiento (mentira, a veces sí) de haber estudiado Arquitectura. Creo que cuando se hace una carrera universitaria, además de formarte sobre ciertos temas, con ella también se adquiere una manera de ver el mundo y en ese sentido la Arquitectura es una manera muy completa (y compleja) de hacerlo. Afortunadamente ésta encaja en general conmigo, porque podría no haber sido así, pero el tiempo dirá a qué me dedicaré profesionalmente. De momento me agarro a esos momentos para sacar fuerzas para el spring final.

6 comentarios:

Fran G. Matute dijo...

Todo lo que lleva el nombre de "Matute" asociado está fetén ¿eh?

orphangirl dijo...

totalmente, casi hasta mi post :P

GRILLO SOLITARIO dijo...

PRECIOSO EL ÁRBOL. LÁSTIMA NO HABER PODIDO IR CONTIGO...

Anónimo dijo...

Yo estuve en octubre descubriendo rincones por allí en los descansos de un curso de la UNIA de desalación de aguas. No me atreví a saltarme ninguna norma de acceso restringido, por si era atacado por algún posible perro guardián o algo. La foto de la chanca de Conil es muy rara, ¿qué son las dos luces del fondo?
Este verano Ira & Kaplan dieron un concierto acústico creo, y tb Antonio Galván con un piano. Aún no sé por qué no fuí a verlos, ¡soy tonto!

orphangirl dijo...

sobre la foto que hablas, el muro del fondo también tiene perforaciones hacia el exterior de los almacenes, que permiten la entrada de luz del sol, que forografiadas crean ese efecto raro que dices.

Yo la Tengo vinieron al pasado Territorios y Parade igual pero al Nocturama. No sé si te refieres a eso pero yo solamente vi a los primeros que me gustaron aunque el sonido no fue bueno, la verdad.

Anónimo dijo...

Ok, es una foto interesante, parece que tenga efectos HDR. Pensé que YLT vinieron por otro festival pero no fue así. En directo puede que suenen peor ya que no llevan muchos músicos. De todas formas no me gustan últimamente, hacen menos pop.