jueves, 9 de octubre de 2008

Zinemaldia 2008. The Neon Bible, la película


Con esta entrada retomo por fin la anterior (que he dejado colgada durante unos días) y empezaré primero con mi crítica de la película de Terence Davies, "The Neon Bible" (1995), basada en el libro de igual título del escritor John Kennedy Toole.

La primera escena de la película nos remite a un tiempo pasado no muy lejano. Un chico de tez clara, delgado, labios prominentes y vestido con un peto baquero, mira por la ventana de un tren de madera mientras el revisor pasea por su vagón que está casi vacío. Es de noche y solamente pueden verse tras el cristal las luces encendidas de las casas que pasan a gran velocidad a diferencia de la luna, una luna que el chico intenta atrapar con su mano como el que quiere retener su infancia ante la incertidumbre de una recién estrenada adolescencia. Tras ese gesto el director nos lleva a los años previos a ese viaje sin rumbo conocido, a una infancia marcada por la vida en un pueblo del sur de Estados Unidos a mediados del siglo XIX.
Dave, el protagonista, vive con sus padres y su tía Mae (una mujer moderna venida de la ciudad) en una humilde casa de madera situada en la ladera de una montaña desde donde puede divisarse el pueblo que se sitúa más abajo. Esta distancia física con el resto de los habitantes de la zona también lo será en más aspectos pero sin embargo el director apenas acierta en hacernos un retrato profundo de las relaciones familiares y del contexto social en el que se enmarca la historia. Solamente algunas pistas nos recuerdan lo difícil que puede llegar a ser la vida en un pueblo donde nadie se escapa de la crítica de sus paisanos y más si te consideran fuera del rebaño (y nunca mejor dicho ya que hablamos de una época en la que el predicador era una persona muy influyente en el pueblo).

A lo largo de toda la película el director va alternando escenas que refejan aspectos sociales y culturales de la norteamérica profunda (como la llegada de un evangelista al pueblo y la quema de libros considerados indecentes por el predicador) con acontecimientos más concretos de la vida del protagonista (la llegada de su tía Mae a casa, la ausencia temporal del progenitor después de una discusión familiar y su marcha a la guerra, su primer amor, etc) que suponemos importantes pero que el director trata muy superficialmente sin ponernos en antecedente como para entender todo su alcance. Se ayuda de una voz en off, la del protagonista, que irá narrando algunos de estos momentos y que sin embargo revelan una sensibilidad y una madurez que no se corresponde con la actuación de Jacob Tierney que, salvo contados momentos , nos retrata a un niño inexpresivo de mirada absorta.



Solamente destaca la interpretación de la tía Mae (Gena Rowlands) que llega a sustituir el papel de la madre cuando ésta cae en una depresión después de la muerte del padre en el frente. Sin embargo, en el tramo final de la película, ésta antepondrá su renacer como cantante lejos del pueblo (cuya discreta carrera había abandonado antes de irse a vivir con la familia de su hermana pequeña) que provocará una serie de acontecimientos que aportarán los momentos de mayor intensidad interpretativa a la película.

Por último comentar que la escenografía es discreta, casi de cartón piedra, y apenas hay escenas en exteriores, por lo que la película se acerca a ser una obra de teatro filmada. Desconozco si esta concepción de la escenografía responde a una decisión premeditada o a un presupuesto limitado pero desde luego aporta un ambiente decadente que me recordaba a las pocas escenas que he visto de las películas de la trilogía americana de Lars Von Trier (concretamente de "Dogville") .

Así que con lo dicho, y a diferencia de lo que anuncia la portada del DVD de la película ("one of the year's most beatiful fims"), en la historia que nos cuenta Terence Davies se intuye cierta sensibilidad hacia los personajes, su contexto familiar y social pero falta mayor intensidad y profundidad tanto a la hora de abordar la historia como en las interpretaciones de los actores. Quizás juegue en contra el haber leído el libro poco antes de ver la película (y por tanto saber más de lo que el director cuenta) por mucho que intente desligarla de él. ¿Estoy entonces en una contradicción con lo dicho en mi anterior entrada? Creo que no porque con algo de más sutileza se podría haber conseguido lo que antes comento y que se echa en falta para poder emocionarte con la película.

6 comentarios:

GRILLO SOLITARIO dijo...

DE NEÓN NO SÉ, PORQUE AÚN NO HE LEÍDO EL COMENTARIO, PERO LA BIBLIA LA HAS ESCRITO AHÍ EN VERSO, JEJE. :-P

orphangirl dijo...

por el amor del cielo (como dicen los picapiedras)!! mira que eres maligno! :P

Ender dijo...

tiene pinta de ser un mojón

Fran G. Matute dijo...

¿El post, el libro, la peli o todo? ;)

orphangirl dijo...

está claro que todo, incluído los comentarios :P

Ender dijo...

:P(.y.)